Cuando llegé a la puerta del colegio, con mi amiga, se me vinieron a la cabeza muchos recuerdos de cuando aún iba a la escuela con mis lindos vestiditos a los seis añitos y agarrada a la mano de mi madre.
A todos los chiquillos se les veía una gran sonrrisa en la cara.
En cambio, yo empiezo el instituto el jueves. Tengo muchísimas ganas de empezar a estudiar. No todo será más fácil como a los seis años, pero si te aplicas bien todo saldrá mejor y si algo se complica, nunca tirar la toalla. Hay que esforzarse al máximo, aunque nunca biene mal tomarse un pequeño descanso junto con las amigas y comer un helado.
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