viernes, 27 de mayo de 2011

POESÍA DE KAVAFIS

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

lunes, 16 de mayo de 2011

DIARIO

El viernes a las 11:30 hicimos el Cross Escolar. Acabamos reventados, y para recuperar fuerzas me comí con una amiga tres paquetitos de aceitunas, aunque algunas estaban muy aplastadas. Luego por la tarde fui a Tablada para celebrar un cumpleaños de mi primo. Mi prima pequeña no se soltaba de mis brazos, y si intentaba soltarla se ponía llorar y me apretaba el cuerpo.
El sábado a las 12:00 canté con el Coro de Tomares en Espartinas para una boda. Al salir los novios por la puerta le cantamos una canción preciosa.
El domingo tuve otra actuación, pero esta vez fue en la mezquita de Córdoba. ¡ Por dentro era maravilloso !
Después de cantar almorcé con mis padres y mi hermana pequeña en una especie de tasca. La comida era muy buena y ponían sevillanas dentro de un salón cerca de la entrada. Era el día de los jardines, consistía en adornar los patios de los bares y casas de diversas flores.
A continuación en un bar me compré un helado. Mi hermana empezó con los dolores de barriga hasta que vomitó, menudo viaje que tuvimos, menos mal que había bolsas en el coche.
Resulta que era el cumpleaños de mi padre. El domingo, mi hermana se puso mala, el año pasado yo acabé en urgencias por una intoxicación alimenticia y dice mi madre que quizás será ella la que acabe mala el año que viene.                                                                                                                                                                        
MEZQUITA DE CÓRDOBA